Cada uno de enero se celebra en Alemania, en la estación de Garmisch-Partenkirchen una prueba de saltos de ski que la siguen millones de personas en el mundo entero. Se dice que la modalidad que se ejecuta en este torneo, es una de las PRUEBAS DE SALTO más difíciles de practicar en las que se necesita una gran capacidad de concentración, ya que los deportistas tienen que hacer saltos de más de 100 metros de longitud, con un vuelo de entre 3 y 5 segundos y a una velocidad de 100 kilómetros por hora más o menos. Gracias a esto tienen que entrenarse muy duro durante todo el año, en nieve o en túneles preparados artificialmente para no desequilibrarse durante el salto y por supuesto para conseguir la mayor distancia posible en un frío gélido, que tienen que aguantar sus cuerpos, a la altura en la que están las montañas y a la velocidad que van.
En la estación de Garmisch-Partenkirchen se celebra este torneo desde 1952, todos los 1 de enero. En estos saltos, al principio se utilizaba un trampolin hecho de cemento y acero que era bastante malo para los saltos según cómo lo son ahora, pero este trampolín, llego a ser el más moderno de su época y muchos lo recuerdan por los saltos míticos que se hicieron en el.
Después de usarlo todos los años, durante setenta años, lo han sustituido por otro trampolín mejor, en el que los saltos son de mayor calidad.
El ganador de este año de la prueba de salto a sido el Austríaco Gregor Schlierenzauer después de efectuar dos saltos de más de 135 metros de longitud.
MAURO
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